viernes, 11 de marzo de 2016

El labrador Retriever, un perro muy sociable.

El Labrador Retriever, un perro muy sociable.


Dicen que, para tener un perro bien equilibrado es necesario dotarle de tantas experiencias como sea posible, nosotros estamos buscando tener en Gala algo muy parecido a lo que tuvimos con Frida, que sepa comportarse en todos los ambientes, que sea sociable sin ser hostigosa, etc. Desde que es muy chiquita, la acostumbramos a ir con nosotros a comer, la experiencia ha sido muy agradable y creo que a ella le gusta todo lo que eso incluye: ver gente, tener atención pues nunca falta alguien que llegue a acariciarla, seguramente los olores deben de ser todo un festín para su fino olfato, los baldes de agua que generosamente los lugares Pet Friendly tienen para cuando llega un canino, etc.

Aquí una lista de 10 lugares en la colonia Condesa, para ir a comer acompañado de tu mascota. 

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Uno de los lugares que más me gusta es “La Pozoleria” ubicada en la colonia Condesa, siempre que hemos ido, la reciben muy bien, te llevan la carta y sobre el perro te preguntan ¿hembra o macho?, después regresan con un plato lleno de líquido vital para el disfrute de tu mascota, el color del plato donde siempre le han servido a Gala es rosa, desconozco si lo del color del plato es a propósito, pero para mí es un gran detalle hacia el cliente, pues te hacen sentir que no solo piensan en ti sino también en tus acompañantes perrunos. 

Hace poco fuimos a comer a este lugar, -yo la cuido, yo la cuido- gritaba un señor que estaba sentado junto con otros dos, nosotros…mi esposo, el perro y yo, apenas estábamos cruzando la calle, para cuando estábamos en la misma acera, el señor ya se había levantado de su silla y me estiraba la mano para que cediera la correa y al ¡perro! obviamente, pues, sin nada más se la deje, honestamente un poco preocupada pero ella estaba tan cómoda y de verdad parecía que disfruta ser parte de la tertulia que tenía ese trío, después el mismo señor (que por cierto es el dueño del lugar) se acerco a nosotros y nos dio toda una plática sobre lo maravillosa que es la raza, saco su smarthphone y nos mostraba fotos de un labrador que había rescatado y decía -son unos “humanitos” todo lo que les enseñes lo va a aprender-. De repente se levantó a atender algunas mesas y cedió el “mando” del perro a otro señor, nosotros estábamos agradecidos con los señores y un poco extrañados de ver que Gala ni se inmutaba, uno de los dos señores que estaban sentados ordeno un plato de agua para el perro, y llegó su orden en el plato color rosa, obvio Gala "devoró" el agua y este mismo señor regañaba al dueño por su falta de servicio hacia el perro, pues como era posible que no se percatara que el perro se había terminado el agua, Gala de verdad disfrutaba la plática entre ellos, ella era una más de la pandilla, de repente volteaba a vernos como para cerciorarse de que estábamos ahí. 



Gala, en la pozoleria con sus nuevos amigos. 


Cuando nos levantamos para irnos, Gala también se levantó volteo a ver a sus nuevos amigos y corrió hacia nosotros. Me dio gusto comprobar dos cosas: lo sociable que puede ser y saber que no cambiaría de dueños.

¡Hasta la próxima!


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